Como artistas escénicos necesitamos tener una gran conciencia corporal que nos permita mantener a raya la tensión corporal excesiva. No es aprender a relajarse sino mantener nuestros músculos en un estado tónico: activos pero sin tensión.
Seguro que en muchas ocasiones habrás experimentado pensamientos o sensaciones que añaden tensión a tu cuerpo: nervios, pesimismo, desconfianza, dudas… la mejor forma de acabar con ellos, por pequeños que sean, es a través de la conciencia corporal.