¿Marca? ¿Marketing? Perdona pero yo soy artista, y mi trabajo es interpretar. Si has pensado eso al leer el titular de esta entrada, debo decirte que probablemente estés dejando pasar las mejores oportunidades de tu vida laboral. Los expertos coinciden en que las habilidades técnicas por sí mismas ya no son suficientes para despuntar en una carrera. En realidad nunca lo ha sido, pero hoy es estrictamente necesario.
Hace poco leía en un libro de R. Kiyosaki que el mundo está lleno de personas talentosas que no saben hacer llegar su gran valor a los demás. Y que, de hecho, personas con menos talento pero con más capacidades para venderse eran quienes estaban triunfando por el mundo. Y no le falta razón. Hacerse valer en un mundo tan saturado y competitivo como en el que estamos es fundamental.
Sé que muchos todavía sueñan con que la fama llame a su puerta gracias a todo el talento y el trabajo que ha invertido en su instrumento/voz. Y quizá eso era posible hasta hace unas décadas, pero hoy día, también hay que invertir mucho esfuerzo en construir un proyecto sólido y auténtico.
¿Cómo construir tu marca?
“Pero si he enviado cientos de curriculum, videos, audios y ni me han contestado, es más estoy seguro de que ni las han abierto. “ Sí, yo también he oido esta frase muchas veces y lo cierto es que para tener una oportunidad de que te escuchen tienes que ser original incluso antes de mostrar tu musicalidad.
Pero no de cualquier manera, aquí es donde entra en juego la marca personal. No se trata de ser creativo sin más, sino de mostrar tu personalidad más autentica. De acentuar tus valores y aquello que te hace único como artista. ¿Eres un genio del legato? ¿Has nacido con drama liquido en lugar de sangre? Haz de todo esto tu bandera. Se trata de que hables de ello por doquier: que lo expreses sin parar en tus interpretaciones, en tu lenguaje corporal, en tu imagen, y por supuesto, en tus redes sociales.
De la parte visual se encargan los expertos en marketing, quienes eligen cuidadosamente tipografías, colores y mensajes para dar coherencia a todo esto. Pero todo esto no es posible si no tienes claro quién eres como artista. Porque construir tu marca no es crear una pose resplandeciente en Instagram y explotarla. Construirla implica conocerte y para ello debes tener clarísimo:
- En qué aspectos eres bueno.
- En cuáles excelente.
- Cuáles son tus debilidades.
- Y sobre todo, cuál es el sentimiento que da sentido a tu vida como artista.
¿Es compatible con mi vida profesional?
Todo esto parece un trabajo duro, y soy consciente de que dedicas muchas horas a tu instrumento cada semana, pero si lo piensas, construir tu marca personal se trata simplemente de ser tú mismo. El único trabajo que tienes que hacer es el de ser muy consciente de las cualidades que te hacen único, para que puedas trazar el camino a seguir, y después ser coherente con ello. De hecho, la marca personal se define muchas veces como la constatación del conocimiento personal.
El otro punto fuerte de la marca personal es el gran compromiso que adquieres con tu carrera. Parece una paradoja, pero el hecho de verte a ti mismo como un producto te ayuda a salir de tu ego como artista. Empiezas a ver las cosas de manera más amplia, con una perspectiva práctica y resolutiva, en lugar de quedarte luchando con las expectativas que nunca se cumplen ni te dejan vivir una vida plena.
Es más, con el tiempo irás consolidando tanto tu marca que todos estos pequeños detalles empezarán a crear relevancia entorno a a tu figura, sentirás una gran solidez a la hora de defender tu repertorio, incluso generarás expectación por tus proyectos.
Teniendo todas estas cartas sobre la mesa, ¿a qué esperas para ponerte en marcha con tu marca?